Las campañas electorales suelen ser un escenario propicio para la difusión de datos que no se corresponden con la realidad, en un marasmo de promesas y ofertas que los candidatos exponen para conquistar el respaldo de los votantes.
En su función de garante del derecho constitucional a la información, el periodismo ejerce una misión fundamental en el control crítico del poder, al mismo tiempo que está en condiciones de ayudar a los ciudadanos a discernir lo que es verdad y lo que es mentira.
Ante el comienzo de la campaña electoral en España, la FAPE insta a los periodistas y a los medios a extremar la verificación de lo que exponen los candidatos en mítines, entrevistas y debates a fin de no dejarse arrastrar por estrategias de desinformación interesadas.
La información veraz, completa y documentada, basada en datos y hechos verificados y contrastados, es la mejor barrera para resistir los intentos de los partidos políticos de confundir a la opinión pública presentando las mentiras como verdades.
A fin de que los ciudadanos puedan formarse su propia opinión libremente, los periodistas y los editores debemos publicar informaciones equilibradas, contextualizadas y descontaminadas de propaganda y con una clara intención de servicio público a todos, sea cual sea su opción política.
Dado que nuestro compromiso primordial es con la verdad, los periodistas y los medios estamos obligados a rechazar de plano y poner en evidencia los planes de manipulación de quienes opinan que en política todo vale con tal de lograr unos objetivos electorales.
Consideramos también primordial que los periodistas y los medios planten cara a los intereses de los candidatos en liderar la agenda informativa y propicien un necesario debate sobre medidas y políticas públicas, especialmente las sociales, que no deben ser desplazadas durante la campaña electoral por un único tema.