La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) participará en el grupo de trabajo que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social planea crear para elaborar una serie de recomendaciones sobre cómo tratar el suicidio y las conductas suicidas en los medios de comunicación a fin de que los periodistas cuenten con una guía a la hora de elaborar las informaciones.
El presidente de la FAPE, Nemesio Rodríguez, intervino en una reunión celebrada el martes con la ministra de Sanidad en funciones, María Luisa Carcedo, y en la que también estuvieron presentes representantes de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), la Red de Colegios Profesionales de Periodistas, la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP), la Confederación Salud Mental España y de Después del Suicidio –Asociación de Supervivientes (DSAS).
“Este es sin duda un reto formidable, ya que vamos a pasar del silencio en los medios a la difusión de noticias sobre este gran problema social. Debemos extremar el cuidado a la hora de elaborar informaciones al respecto y ser muy responsables, rigurosos y sensibles. Los manuales de estilo de los medios coinciden en que los suicidios no son noticia en sí mismos”, dijo Rodríguez.
La FAPE aportó al debate el Código ético de tratamiento informativo del suicidio en medios de comunicación que elaboró en 2018 la Asociación de Periodistas de las Islas Baleares y en el que se afirma que los medios de comunicación no deben silenciar los suicidios, sino informar sobre ellos, sin aportar juicios de valor que estigmaticen a las víctimas o a sus familiares.
Para elaborar la guía, que se espera esté lista en el primer trimestre de 2020, el grupo de trabajo revisará los códigos y recomendaciones elaborados previamente por la Organización Mundial de la Salud (OMS), asociaciones de pacientes, comunidades autónomas y manuales de estilo y códigos de los medios “para tomar como modelo las mejores prácticas”, según un comunicado del Ministerio de Sanidad.
Carcedo dijo que uno de los ejes de la Estrategia Nacional de Salud Mental es “sensibilizar y mejorar la información a la ciudadanía a través de acciones de concienciación promovidas por instituciones públicas y medios de comunicación”. En esta línea, ha apuntado que “el objetivo final es visibilizar la realidad del suicidio, romper el tabú que todavía hay alrededor y cambiar la percepción sobre este problema de salud pública”.
María Luisa Carcedo, añade el comunicado, ha llamado la atención sobre el papel que tienen los medios de comunicación en esa labor: “Son actores imprescindibles para trabajar en la prevención del suicidio”. Y, por ello, ha resaltado que hay que empezar a cambiar la forma en la que algunos informan: “Existe evidencia de que una cobertura informativa adecuada, no sensacionalista puede ayudar a prevenir”.
En su intervención, Carcedo ha recordado los trabajos científicos existentes en torno a los medios de comunicación y el suicidio y cómo el abordaje del tema tiene unas consecuencias u otras. Así, ha explicado que existe el efecto Werther, llamado así por el contagio que provocó, sobre todo entre la población joven, la publicación de la novela de Goethe: “Existe evidencia suficiente de que las coberturas periodísticas sensacionalistas e inadecuadas están asociadas con un incremento estadísticamente significativo de los suicidios”.
Por su parte, el efecto Papageno, cuyo nombre proviene del personaje de Mozart de La Flauta Mágica y que es disuadido de no quitarse la vida, pone de manifiesto que “un tratamiento adecuado del problema, basado en datos y donde se facilitan recursos de ayuda puede contribuir a reducirlos”, ha subrayado.