Sin renunciar a nuestro papel de intermediador social, los nuevos usuarios de la información cuentan con nuevos soportes, somos locales y globales, demandan una nueva relación y contenidos distintos y las nuevas tecnologías han hecho saltar por los aires el modelo tradicional sin ser todavía capaz de alumbrar una alternativa viable y sostenible para los medios de comunicación y los periodistas.