La profesión periodística en Albacete se encuentra ante uno de los momentos más críticos de su historia: en verdadera situación de emergencia. A la oleada de despidos en prensa escrita y cierre de ediciones en papel de los últimos meses se suma ahora la desaparición del grupo Albacete TeVe-Voz Castilla-La Mancha, cuyas emisiones han quedado suspendidas hoy mismo después de casi 8 años de andadura. El ERE presentado supone la extinción de 35 puestos de trabajo: otro golpe para el maltrecho empleo de los periodistas.
El escenario resulta insostenible para el sector que representamos. Albacete corre el riesgo de quedarse sin medios de comunicación dentro de poco: sin testigos de lo que ocurre. El deterioro de la pluralidad, de la calidad informativa y del derecho a la información de una sociedad entera es tremendamente grave. Cada voz silenciada supone una pérdida democrática difícil de reparar, ante la cual la Asociación de Periodistas de Albacete no puede permanecer impasible.
Por muchos motivos, como los recortes derivados de la crisis, la caída de publicidad institucional, la sobredimensión de empresas informativas y la mala gestión, entre otros, el periodismo está en proceso de destrucción, y con él, las libertades públicas.
La información necesita una defensa urgente por parte de toda la sociedad. El proceso viene de atrás, y está llegando tan lejos que no podemos permitirnos permanecer en silencio. Se han encendido todas las alarmas para el periodismo y ante este descalabro llamamos a la unidad de todos los profesionales y la reacción pública y contundente de todos los ciudadanos, agentes sociales e instituciones.
Nuestro apoyo incondicional a los compañeros afectados en Albacete TeVe y Voz Castilla-La Mancha, que se han esforzado por ofrecer contenidos de calidad desde la cercanía a los espectadores albaceteños y de la región. Nuestro respaldo a todos los que viven bajo la amenaza de una situación similar . Sin periodistas no hay periodismo. Y sin él no hay democracia, sino algo muy distinto y peligroso.