A punto de empezar el periodo veraniego de prácticas, la Federación recuerda, un año más, que muchos jóvenes estudiantes se ven obligados a asumir responsabilidades fuera de sus competencias en las redacciones españolas, a cambio de remuneraciones salariales ínfimas y jornadas maratonianas.
La FAPE ha hecho llegar al director general de la Inspección de Trabajo, José Ignacio Sacristán, un escrito en el que se insta a este organismo a mantener un control férreo sobre la tarea que realizarán los becarios en los medios de comunicación durante las habituales prácticas veraniegas que están a punto de comenzar.
Un año más, la FAPE muestra su preocupación por las condiciones laborales a las que se enfrentan los jóvenes estudiantes en este periodo de formación práctica que, en muchos casos, reciben una remuneración salarial ínfima a cambio de jornadas maratonianas en las que se les obliga, además, a aceptar responsabilidades que escapan a su competencia. La vigilancia ejercida desde la Inspección de Trabajo ha sacado a la luz, en anteriores ocasiones, algunas de estas circunstancias irregulares, lo que ha supuesto la consiguiente multa para el medio de comunicación sancionado.
La situación de los becarios se ha vuelto aún más preocupante con motivo de una crisis que golpea con especial dureza al sector periodístico. Los expedientes de regulación de empleo han expulsados de las redacciones a los más veteranos y, en su lugar, se ha puesto al frente de muchas secciones de los medios de comunicación a estudiantes en prácticas que carecen de la profesionalidad necesaria para ejercer este trabajo y que no cuentan con el referente de los periodistas más experimentados para aprender a dominarlo. Estas circunstancias conllevan una pérdida de calidad informativa que, a su vez, repercute de forma negativa en cualquier sociedad democrática.
La FAPE recuerda a los editores que deben enseñar y formar a los futuros periodistas y no utilizarlos como mano de obra barata, y reprueba especialmente el fomento de los “becarios de por vida”, práctica que obliga a los estudiantes de Periodismo o Comunicación Audiovisual a no finalizar sus carreras universitarias o matricularse en másteres si quieren seguir siendo contratados, para mantenerles en unas condiciones laborales abusivas.
Como ya ha hecho en anteriores ocasiones, la FAPE invita y recomienda a los becarios que sientan vulnerados sus derechos a denunciar la situación ante las distintas asociaciones de la prensa de España.