eldiario.es – Laura Martínez Redondo – 06/10/2020
Miquel Ramos y David Bou ‘mapean’ un centenar de delitos con víctimas mortales relacionados con la xenofobia, la aporofobia o LGTBIfobia y advierten contra el silencio mediático y la violencia institucional.
«Jorge Ramón Álvarez Alegre. 12/10/2000. Aporofobia. León». «Salah Touil. 08/16/2015. Racismo y xenofobia. Totana (Murcia)». «Persona sin hogar. 12/10/2009. Aporofobia. Fuengirola (Málaga)», «Sonia Rescalvo Zafra. 10/06/1991.Transfobia. Barcelona». Son algunas de las víctimas que aparecen en la web crímenesdeodio.info, un trabajo documental de los periodistas Miquel Ramos y David Bou sobre delitos con víctimas mortales a raíz de una discriminación.
Los periodistas comenzaron a documentar los casos en 2015 y desde entonces han logrado recopilar un centenar de víctimas de homicidios y asesinatos en el Estado español durante los últimos 30 años. El trabajo documental se complementa con un mapa donde se sitúan geográficamente los crímenes englobados en los llamados delitos de odio (por razón de ideología, procedencia, etnia, religión, identidad de género u orientación sexual). El primer informe documentó 88 casos y en estos cinco años los periodistas han añadido información referente a un centenar, bien por apariciones en prensa, bien por contacto con familiares de las víctimas.
El recurso web facilita el acceso a la ficha individualizada de cada víctima, donde se detalla la fecha en la que ocurrió, un resumen de los hechos, la tipología del crimen, la respuesta judicial que obtuvo y una recopilación de las noticias y vídeos aparecidos en los medios de comunicación. La información, comenta Ramos, suele ser escasa en medios de comunicación, salvo casos especialmente mediatizados, donde en ocasiones se reprocha la falta de ética y respeto por las víctimas. La falta de información también se observa en las investigaciones policiales, dado que una amplia mayoría de los casos documentados careció de juicio, incluso de victimarios identificados.
El trabajo es un ejercicio que subraya estas carencias informativas a la vez que describe casos en los que la violencia se ejerce desde las instituciones, como en los centros que de ellas dependen. Los feminicidios, explican los periodistas, no se han incluido en su investigación dado que ya existen portales específicos para documentarlos, como Feminicidio.net. La idea es «alertar sobre el peligro de estos crímenes y la falta de información», especialmente en personas sin hogar, casos que rara vez llegan a juicio o tienen presencia mediática.
Los crímenes de odio aparecen como sucesos y apenas se realiza seguimiento más allá de alguna detención, critica Ramos, que explica que muchos son cometidos por personas vinculadas a la extrema derecha o que, sin militancia, son afines ideológicamente. El trabajo se complementa con un glosario de conceptos según las definiciones de la normativa internacional en el ámbito de los delitos de odio, discriminación e intolerancia y las aportaciones de ONG que trabajan el marco de los derechos humanos.