uoc.es / Nuria Messeger Ferré - 07/12/2022
El presentador Pablo Motos se viralizó tras relacionarse con una campaña del Ministerio de Igualdad que denunciaba los micromachismos cotidianos. No obstante, el mensaje del presentador, lejos de sembrar la paz, generó aún más revuelo, puesto que la mayoría de veces, el intento de censura o encubrimiento de una información, da mayor visibilidad al tema. Más incluso que si no se hubiera pretendido acallar dicha información. Y eso se denomina efecto Streinsand.
Pablo Motos ha sido trending topic durante tres días. Todo el pasado fin de semana. Y lo que le queda. Mucho se ha tratado el tema y la pregunta de si la campaña de Igualdad estaba basada o no en el presentador, ya poco importa. Después del speech de Motos en el Hormiguero todas las posibles dudas sobre si el anuncio se basaba en su persona, se despejaron, ya que el hecho de que alguien sé de por aludido denota una cierta preocupación.
Ana Bernal Triviño, profesora de los Estudios de Comunicación de UOC considera que la declaración de Motos “puede hacernos reflexionar mucho, primero, el darse por aludido directo, y segundo, el cómo no reconocer errores se puede volver en contra”.
No obstante, el mensaje del presentador, lejos de sembrar la paz, generó aún más revuelo, puesto que la mayoría de veces, el intento de censura o encubrimiento de una información, da mayor visibilidad al tema. Más incluso que si no se hubiera pretendido acallar dicha información. Y eso se denomina efecto Streinsand.
A Barbra Streisand no le gustó nada que en 2003 se publicara en una web una foto aérea de su casa en California, así que llevó el asunto a los tribunales. La foto de su casa formaba parte de un proyecto de 12.000 imágenes que reflejaban la erosión de la costa de California. Hasta la demanda, esa imagen solo se había descargado seis veces, dos de ellas por los abogados de la cantante y actriz. Después de hacerse pública esta iniciativa, la foto apareció en multitud de medios de comunicación y actualmente está incluso en la Wikipedia.
Algo similar ha sufrido la campaña del Ministerio de Igualdad, que pese a estrenarse el 21 de noviembre en la televisión, no alcanzó la repercusión hasta tres días después, cuando el propio Pablo Motos tomó su programa para defenderse de lo que él consideraba un ataque a su persona. Y después de la justificación pública el comunicador se viralizó en Twitter.
De hecho, la mayoría de ciudadanos ni siquiera conocía el anuncio en cuestión, pero se enteraron de la polémica con la justificación del presentador que, lejos de encontrar la aceptación ciudadana, se viralizó en Twitter (y no para bien).
Pero, ¿qué condiciona que una noticia, acto o personaje se viralice? ¿Qué desencadena el denominado efecto Streisand?
El caso Fariña: de censurar un libro a trending topic mundial
Antes de Pablo Motos este terremoto mediático se produjo con la novela Fariña, el libro de Nacho Carretero sobre los narcos gallegos. En 2018 una jueza ordenó el secuestro del libro a petición de José Alfredo Bea Gondar, exalcalde de O Grove un pueblo de Pontevedra. El delito que cometía la novela sobre el exalcalde era una supuesta vulneración de su derecho al honor, Bea Gondar aparecía citado en el libro y que en 2005 se lo condenó por narcotráfico, aunque fue absuelto más tarde por un defecto de forma.
Pero la obcecación de la jueza y el exalcalde consiguieron el efecto contrario. La editorial denunció el acto como una forma de censura y el libro se convirtió en trending topic. No solo en España, sino que en todo el mundo. Hasta apareció en Moments, una especie de blog de Twitter que recopila tuits más importantes de la semana. Y como señaló en su momento, Ana Pardo de Vera, directora de Público, Bea Gondar solo aparecía en dos páginas de casi 400. Ni siquiera salía en las líneas del texto, ni en la trama principal, su nombre estaba en un pie de página. Y nadie lee las notas del pie. Bueno, ahora quiza sí.
Así el secuestro ha demostrado ser poco efectivo: porque pese a que hoy se prohíbe la impresión y comercialización de nuevos ejemplares, no se hará efectivo hasta que Bea Gondar deposite los 10.000 euros que le ha pedido la jueza. También, la decisión de la jueza tampoco afectó a la serie de televisión basada en el libro, cuyo estreno está previsto para este año. Es decir, Fariña, que se publicó en 2015 y va por la décima edición, sigue en las librerías, tanto en papel como en formato electrónico. De hecho, tras la publicación de la noticia se ha convirtió ese año en el vídeo más vendido de Amazon.
La adicción a lo prohibido
Pero como recuerda Silvia Martínez, profesora de los Estudios de Comunicación de la UOC, el caso de Pablo Motos, Fariña o incluso el rapero Valtònyc, otro ejemplo de efecto Streisand nacional, no han sido los primeros, ni los últimos que pasaran. “El efecto Streisand no nace con Twitter, sí que es verdad que se ha intensificado con la llegada de las redes, porque con ellas, todo es más complicado de callar o esconder, pero han habido más ejemplos de efecto Streisand”, explica Martínez.
A su juicio, el efecto Streisand, bebe mucho de la curiosidad del ser humano y su necesidad de conocer aquello que se le quiere ocultar. De hecho, la Historia está llena de libros prohibidos que han acabado por convertirse en clásicos. Es el caso de El origen de las especies de Charles Darwin, censurado en Reino Unido, Grecia y Yugoslavia porque sus ideas sobre la selección natural y la teoría de la evolución contradecían los supuestos creacionistas bíblicos. O Lolita de Nabokov que encontró serias dificultades para su publicación al ser considerado prácticamente pornográfico. “Todo aquello que se intenta esconder genera la necesidad de resolverse en las personas, es como una característica natural”, comenta Martínez.
Si el tema está en la agenda pública
Pero, ¿hay noticias que tienen más ingredientes en viralizarse? Para Martínez sí. “Todo aquello que ya tenga un debate público abierto, tiene más posibilidades de atraer a un mayor número de prescriptores”, considera. Según la experta, el tema del género estaba al orden del día por la polémica de la Ley del sí es solo sí, y eso ayuda a que este fenómeno suceda. “La gente no quiere estar al margen de la conversación general, quiere saber y quiere opinar, y para ello busca qué está pasando, se informa”, añade.
Otra característica que tienen aquellas noticias que acaban siendo virales es el sentimiento que puedan despertar. Como incide Martínez, “todo lo que tenga en temas en conflicto o una carga emocional generan mucha más conversación en las redes sociales, interesan”.
Aprovechar el efecto Streisand
Y aunque probablemente Pablo Motos habrá odiado el efecto Streisand, como recuerda Martínez también se pueda aprovechar. “Puede tener beneficios si se debe trabajar bien y de manera estratégica, por ejemplo una marca en cuestión de horas se puede viralizar”, comenta.
No obstante, como reconoce Martínez “supongo que no es una estrategia muy transparente, pero lo que sí que está claro es que es un buen mecanismo para captar la atención del consumidor”.